En los últimos días fue sensación mediática la falta de tampones en el país. Este producto básico de higiene femenina no se produce localmente y tanto Johnson & Johnson como Kimberly-Clark, las dos principales empresas que dominan el mercado con casi el 90% de las ventas, los importan desde el vecino Brasil, e inclusive desde países más lejanos como la Republica Checa. Las barreras a la importación impuestas por el Gobierno sin duda tuvieron un rol importante en el desabastecimiento de tampones a lo largo del país.
Ahora bien, ¿Es realmente tan importante la falta de tampones? No cabe duda que para las argentinas que compran este producto es un serio inconveniente. Sin embargo, los números demuestran que las argentinas prefieren, y por amplio margen, otras opciones de higiene personal.
Resultado de su baja demanda, el mercado de tampones en Argentina se encuentra muy poco desarrollado, a diferencia del de toallas sanitarias y protectores femeninos, y es uno de los principales motivos por el cual las multinacionales no lo fabrican en el país. En 201 las ventas apenas alcanzaron 192 millones de unidades y considerando como universo la población femenina entre 12 y 54 años, esto indica que apenas se vendieron 14 unidades per cápita. Esta cifra cobra poca trascendencia si se compara con las 132 toallas sanitarias per cápita vendidas, el producto de higiene preferido por las argentinas.
Las comparaciones son injustas pero muchas veces ponen en evidencia el grado de maduración de un mercado. Mientras que en Argentina se venden en promedio 14 tampones por mujer, en España se alcanzan las 44 unidades mientras que en Alemania las 92 unidades. En el caso de las toallas, Argentina con 132 unidades per cápita se ubica por encima de las 119 unidades en Alemania y 114 en España.
Las trabas a las importaciones tuvieron un efecto negativo más profundo en otros productos higiénicos en los últimos años, dejando a los tampones en un segundo plano. En pañales desaparecieron una gran cantidad de marcas, destacándose Kimbies de Kimberly Clark. Mientras que en papel higiénico y pañuelos hubo una reconfiguración del mercado luego de las salidas de Kleenex y Scott, entre otras marcas.
¿Qué productos sanitarios básicos pueden faltar en los próximos meses? Realmente muy pocos, por no decir prácticamente ninguno. A diferencia de otros países de la región como Venezuela, país con el cual se lo ha comparado en estos últimos años por políticas económicas similares, la Argentina tiene un fuerte desarrollo de la industria local de productos como pañales, toallas y protectores femeninos, pañuelos o papel higiénico. Si bien las empresas multinacionales dominan las ventas de estos productos, también se destacan empresas locales de gran envergadura, como Celulosa Campana y Papelera San Andrés de Giles, como así también las pequeñas “pañaleras” que producen pañales sin marca a un precio muy económico, acorde a su calidad.
De continuar, e inclusive, de profundizarse las barreras para importar mercadería e insumos, esto podría derivar en una menor variedad en conjunto con aumentos de precios. Pero, a diferencia de Venezuela, en donde se registraron largas colas en los supermercados para adquirir productos básicos como papel higiénico, difícilmente la Argentina llegue a esos niveles gracias al desarrollo de su industria local.