El impacto de la crisis financiera global ha producido que los millennials de mayor edad y la generación X en edad laboral reevalúen sus hábitos de compra. Simultáneamente el surgimiento de la economía colaborativa, con pioneros como Uber y Airbnb está erosionando su deseo de adquirir bienes.
El cambio del foco de interés desde las posesiones a las experiencias está cambiando los patrones de compra e impulsando a los compradores a conectarse con el proceso de creación del producto. Para algunos, simplemente poseer algo no es lo suficientemente refinado, pero los diseñadores digitales que participan en la creación, diseño y manufactura de los productos son vistos como conocedores sofisticados.
Haciéndolo mío
El movimiento hacia una felicidad y logro más holísticos y conscientes significa que las compras toman un mayor significado. Los diseñadores digitales son juzgados no solo por sus decisiones de compra sino por el cuidado con el que las toman. Es de mal gusto alardear de las compras en las redes sociales, pero es atractivo e incluso glamoroso mostrar “como lo hice mío”. El deseo continuo por personalizar se combina con la búsqueda de autenticidad para crear una verdadera personalización de última generación.
En su más reciente manifestación, los diseñadores digitales están asumiendo el rol de creadores, no solo personalizando productos masivos, sino dándoles forma para ajustarse a sus preferencias individuales antes de la producción. Desde hace mucho tiempo, los consumidores buscan escoger entre diferentes colores, patrones y detalles, pero los diseñadores digitales llevan esto a un nuevo nivel, buscan mostrar su propia creatividad. En lugar de escoger algo que es lo mismo, pero diferente, desean crear algo para ellos mismos con lo cual se conecten a nivel personal, algo que sea verdaderamente único, como ellos.
Facilitando el ser creativo
Los diseñadores digitales no son el nicho que frecuenta a diseñadores / fabricantes o que programa sus propios aparatos electrónicos en Arduino, sino que son un segmento mucho más amplio de consumidores que busca participar tan solo lo suficiente para terminar con un producto verdaderamente personal. Los diseñadores digitales no están buscando construir desde cero, sino solo las herramientas y piezas necesarias para crear. Algunos consumidores, sin embargo, tienen la oportunidad de participar en una pequeña parte del proceso de producción, incluso si se trata de solo pulir el artículo final cuando sale de la línea de producción. Empoderar a los consumidores de tal forma es importante para crear fidelidad.
El mejor ejemplo es Mon Purse, que permite a los clientes diseñar todas las partes de un bolso desde el principio, usando una interfaz digital en la página web de la empresa o por medio de una pantalla en una tienda de departamentos. El diseñador puede crear artículos que van desde bolsos pulseras hasta carteras, seleccionando el color, textura del cuero e incluir un monograma personalizado. La clave, sin embargo, es que el proceso de diseño se simplifique a través de la entrega de algunos diseños clásicos de bolsos que proporcionen una clara estética a seguir y se usen algoritmos que aseguran que los colores y patrones no choquen. Al final, se garantiza al Diseñador Digital que terminará con un artículo que sigue la moda y también es un reflejo de su propio estilo personal.
Para obtener más información, descargue nuestro informe sobre 10 principales tendencias globales de consumo para 2018.